sábado, 7 de enero de 2012

Pequeñas rebeliones municipales

BCN.CAT
Si usted pierde algún objeto en un autobús público deberá esperar varios días a que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) confirme o no su hallazgo. El tiempo de espera puede alargarse si hay festivos de por medio. Pero si tiene un poco de suerte, puede dar con un amable conductor que se ponga en contacto directo con usted si en esos efectos personales halla un número de teléfono, algo que la compañía prohíbe. El gesto ahorra al pasajero días de angustia y evita que la pertenencia en cuestión pase por muchas manos, aunque también supone una pequeña rebelión contra una empresa que actualmente amenaza con un expediente de regulación de empleo o congelación salarial. En época de crisis económica, es difícil encontrar un colectivo laboral que no esté descontento con su empresa. Hace unos meses, un simpático agente de la Guardia Urbana me aconsejó que denunciara al Ayuntamiento -es decir, a sus jefes- cuando me caí de la moto debido a la acumulación de gravilla de unos trabajos municipales. Sus motivos tendría.

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