sábado, 26 de enero de 2013

El marketing viral de las sufragistas

Penique alterado con consigna sufragista
Internet no inventó el marketing viral. El movimiento sufragista ya recurrió a él a principios del siglo XX al grabar la frase "Votes for women" (votos para las mujeres) en los peniques, la moneda más utilizada en aquel tiempo por los británicos. ¿Cabe imaginar mayor poder de difusión en aquella época? Sencillamente ingenioso. Subversivo. Audaz.
Lo explica el director del British Museum, Neil MacGregor, en su libro "La historia del mundo en 100 objetos" (Debate). El eslogan desfiguraba la efigie del rey Eduardo VII, lo que era considerado un acto delictivo, pero garantizaba mejor el anonimato de sus autoras, víctimas hasta entonces de una dura represión policial. Estas activistas rompían escaparates, irrumpían en los juicios celebrados en los tribunales, protagonizaban huelgas de hambre, se encadenaban a las verjas del número 10 de Downing Street o introducían bombas carta en los buzones. Una de las acciones más radicales consistió en rasgar mediante hachazos el cuadro de Velázquez "La Venus del espejo" que exhibía la National Gallery de Londres. La más trágica fue protagonizada por Emily Davison, que murió al arrojarse a los pies del caballo del rey en el Derby de 1913.
"No temo en absoluto que la mujer le usurpe el poder al hombre. Lo que temo es que nosotros la invitemos involuntariamente a pecar contra la delicadeza, la pureza, el refinamiento y la elevación de su propia naturaleza, que son las actuales fuentes de su poder", aseguraba el primer ministro británico William Gladstone para justificar su resistencia a otorgar el voto a las mujeres.
Según recuerda MacGregor en su libro, en 1918 se concedió el derecho al voto a las mujeres británicas de más de 30 años y, en 1928, se extendió a las mayores de 16.

sábado, 19 de enero de 2013

Traductores en peligro de muerte

Cartel de la película "No sin mi hija"
Para mí los traductores de libros son como los sherpas que ayudan a los alpinistas a alcanzar altas cimas, pues su mérito nunca está suficientemente reconocido. Sobre todo si se tiene en cuenta lo mal pagados que están, injusticia que se ha acentuado en estos tiempos de crisis económica. Olvidamos muy a menudo que esa obra que nos encanta fue escrita originariamente en otra lengua que no es la que hemos leído. Por motivos de trabajo conocí a la persona que, para la editorial Seix Barral, tradujo del inglés en 1994 "No sin mi hija", de Betty Mahmoody y William Hoffe, de la que se hizo una película de gran éxito protagonizada por Sally Field. La traducción está firmada con el pseudónimo R. M. B. porque en aquella época, se decretó la fatwa contra Salman Rushdie por sus supuestamente irreverentes "Versos satánicos", así que se decidió que los traductores españoles de libros no demasiado amables con la doctrina islamista no firmaran con su nombre auténtico. De hecho, en 1991, el traductor al japonés de "Versos satánicos" fue asesinado y el traductor italiano, apuñalado. En 1993, el editor noruego de Rushdie fue tiroteado frante a su casa en Oslo.
Dicen que un buen traductor es aquel que permanece fiel al autor y su presencia pasa desapercibida. Dejo para los expertos decidir si Virginia Woolf, que tiene tantos traductores como ediciones y títulos se han publicado en España, mejora o no con Guillermo Gossé, Dámaso López, Andrés Bosch o con el mismísimo Jorge Luis Borges (que tradujo "Orlando").
Según datos de la Federación de Gremios de Editores de España, el sector publicó el año pasado 88.000 títulos y el número de obras traducidas fue 19.792. En este enlace se pueden leer más datos. http://www.federacioneditores.org/0_Resources/Documentos/NP_ProduccionEditorial2012.pdf

jueves, 17 de enero de 2013

Barcelona necesita una librería

Entrada de la librería antes de cerrar
Triste despedida la de la librería Catalònia, que podría haberse convertido en un referente de Barcelona como lo son otros establecimientos famosos que, sin tener su historia, aparecen en las guías turísticas internacionales. "Más de 88 años después de su inauguración, y con 82 años de actividad en la Ronda de Sant Pere, 3. Después de haber superado una Guerra Civil, un devastador incendio, un conflicto inmobiliario, ahora la Llibreria Catalònia de Barcelona cerrará definitivamente sus puertas", explicaba el director de la Catalònia, Miquel Colomer, en la página web del establecimiento. Un problema de gestión, aseguran los expertos, ha obligado a bajar la persiana de esta librería. Yo añadiría un escaso acierto en la remodelación de esta tienda, situada en el centro neurálgico de la ciudad, cuyo escaparate nada la distinguía de la entrada de un bar musical y nada tenía que ver con el estilo que lució hace años. Un detalle a mi juicio más importante de lo que parece. He descubierto esta web que incide en este aspecto http://www.nuevosescaparates.com/2007/07/los-libros-y-el-escaparate-la-librera.html
Por motivos políticos, la Catalònia cambió de nombre
Admito que un bello local no garantiza ni una buena oferta ni un buen servicio, pero entiendo que la Catalònia disponía de ambas cosas. Creo que este negocio ha sido víctima de la obsesión barcelonesa por el nuevo diseño. Igual que las plazas duras se llevaron por delante zonas verdes y parques naturales, la apuesta por el minimalismo ha cambiado la personalidad de antiguos edificios cuya belleza sólo podemos ver ya en fotos en blanco y negro. Mantener las líneas originales no ha sido la prioridad de esta ciudad, a diferencia de otras capitales que sí han sabido conjugar lo moderno y lo clásico. Incluso en locales de nuevo cuño han apostado por un aire retro. ¿O se dice vintage? El caso es que existen varios listados sobre las bibliotecas más bellas del mundo en las que se mezclan establecimientos abiertos hace muchas décadas con novísimas tiendas de arquitectura espectacular.En este enlace se puede ver uno de ellos http://www.guardian.co.uk/books/2008/jan/11/bestukbookshops
Péndulo (México)
La legendaria Shakespeare and Company
Lello (Oporto)
Así, tenemos a las míticas Shakespeare&Company (París) o Lello (Oporto), que conviven en los ránkings, con otras más jóvenes como Péndulo (México) o City Lights (San Francisco). Hatchards (Londres) o Boekhandel Selexyz Dominicanen (Maastricht) son otros de los nombres convertidos en visitas ineludibles de sus respectivas ciudades. En Barcelona tira fuerte La Central, a mitad de camino entre una gran superficie (FNAC...) y la librería de toda la vida, gracias a una buena operación de marketing, pero poco más. Desapareció recientemente Anchora&Delfin y parece que lo hará en breve Jamie's, que durante años ha sobrevivido a su vecina Casa del Libro, la cadena del grupo Planeta que hace un año se quedó con las librerías de la portuguesa Bertrand. Hemos asumido que el pez grande se come al pequeño, pero más allá del valor sentimental que rodea a este tipo de tiendas, no dejan de ser un negocio y un símbolo de la historia cultural de un país. Barcelona necesita demostrar la suya más allá de sus fronteras y colocarse en ese mapa librero mundial.

sábado, 12 de enero de 2013

Historias fronterizas

La casualidad ha querido que en los últimos días me haya visto involucrada en distintas historias relacionadas con la frontera. De hecho sigo desde hace tiempo la muy recomendable revista digital http://www.fronterad.com/ que dirige el editor y periodista Alfonso Armada, cuya finalidad es ofrecer historias de calidad que seguramente no serían portada en la prensa convencional, pero resultan imprescindibles para aquellos curiosos e interesados en superar las barreras de la inmediatez. Y sobre la frontera ha tratado un capítulo del programa cultural de la televisión autonómica "Via Llibre" http://www.tv3.cat/viallibre en el que se entrevistaron, entre otros escritores, a Lolita Bosch, enfrascada en una admirable denuncia de las muertes que genera la violencia en México. Imprescindible en este caso http://nuestraaparenterendicion.com/index.php que también lucha contra el olvido de esas personas asesinadas o desaparecidas en un país como se sabe fronterizo con Estados Unidos, situación que provoca reiterados casos de explotación de una inmigración que sueña con un mundo mejor.
Lolita Bosch
Esperanzas similares tenían aquellos trabajadores andaluces o extremeños que en los años sesenta se trasladaron a Barcelona bajo la falsa promesa de que los perros eran atados con longanizas. Muchos catalanes somos hijos de esa inmigración interior, como el escritor Javier Pérez Andújar, al que desgraciadamente he tardado en descubrir pese a sus diversas colaboraciones periodísticas. Magnífico su libro "Paseos con mi madre" (Tusquets), que habla de las fronteras existentes dentro de la propia capital catalana. Fronteras urbanísticas, de clase, sentimentales, psícológicas... Pérez Andújar (Sant Adrià de Besós) habla de los barrios limítrofes de Barcelona, de Bellvitge, de Ciudad Meridiana, así como de la barrera geográfica y social que representa el río Besós.
Nada que ver, por tanto, un vecino de La Mina con el del Eixample. Difícil determinar dónde acaba el arrabal y dónde empieza el corazón de una gran ciudad. ¿Qué compartimenta más la urbe: el dinero, la cultura, la procedencia...? Por no hablar de la política, que en estos tiempos de convulso independentismo catalán, levanta muros idológicos y geográficos. La frontera, una vez más.

viernes, 4 de enero de 2013

La fama cuesta... una resaca

Cory Kennedy (Wikipedia.org)
Con quince años era una celebridad. Con veinte, su carrera ya estaba prácticamente acabada. El documental francés "Profession: it girl" aborda, entre otros perfiles, la vida de Cory Kennedy, una adolescente con cara de golfilla que gracias al fotógrafo Mark Hunter, al que conoció en un concierto, se convirtió en una de esas chica-cosa que arrasan en el mundo de la moda, y más concretamente en su caso, en Internet. Su fama duró lo que su relación, sentimental y "profesional" si así se la puede llamar, con Hunter. Y en el citado documental, se narran los intentos del "star system" por relanzar a Kennedy, que nada tiene que ver con la familia del asesinado ex presidente de Estados Unidos, aunque ella juegue con ese apellido y comparta con esta saga su afición a las fiestas nocturnas. O al menos eso es lo que aparenta en las fotos que la lanzaron al estrellato virtual, donde luce despeinada y supuestamente alcoholizada, pues hay cierta impostura en ese "look" de niña resacosa y conflictiva.
Quizá el problema resida en que el rollo "underground" ya está muy visto, sólo hace falta echarle un vistazo a determinadas imágenes de Kate Moss para comprobar que esta modelo inglesa aporta algo de sofisticación a esa imagen de juerga permanente, mientras que la pobre Cory, de tanto bizquear entre su maraña de pelo, perdió visión de futuro y fans. Al menos Moss, a punto de cumplir los 39 años, sigue siendo una de las "supermodel" más cotizadas a pesar de sus malas compañías y adicciones -varias firmas llegaron a rescindir su contrato con ella-, mientras que Kennedy sólo es modelo de muñeca rota. Pero insisto, todo huele a montaje y con 22 años, imagino que ya tiene ingresos suficientes para consolar a sus ojipláticos padres, que descubrieron lo "celebrity" que era su hija al verla en una revista de moda.