jueves, 24 de julio de 2014

Núremberg, según Rebecca West

Rebbeca West
De ser cierta la afirmación de que existe una literatura femenina -me refiero a la escrita por mujeres, no al contenido de la misma- me atrevería a decir que Rebecca West escribe como un hombre. Descubrí a esta ex actriz, periodista y escritora, en "El significado de la traición", donde aborda el espionaje durante la guerra fría. Y ya me cautivó. Pero ha sido en "Un reguero de pólvora" donde la dimensión de West me parece enorme. Ambos libros han sido publicados en España por la editorial Reino de Redonda creada por Javier Marías. La británica, que tuvo un hijo del novelista H. G. Wells, cubrió los juicios de Núremberg. Sus reflexiones, que elevan a categoría lo que pueden parecer anécdotas, sobre los jerarcas nazis, la Alemania postbélica y el inicio de las hostilidades entre Estados Unidos y la Unión Soviética, demuestran el rechazo de la autora por todo tipo de totalitarismo, incluido el estalinista. El retrato que hace de Göeing me resulta revelador del estilo directo, sin concesiones, de West:
"No se parecía a ningún tipo reconocido de homosexual, pero resultaba femenino. A veces, particularmente cuando estaba de buen humor, recordaba a la madama de un burdel. A última hora de la mañana, se puede ver a sus semejantes asomadas a las puertas de las empinadas calles de Marsella, con la máscara de la afabilidad profesional aún fija en el rostro, aunque estén relajadas y ociosas, con sus gordos gatos restregándose en sus faldones. Ciertamente en él se ha producido una concentración de todo lo que era apetito y elaborados proyectos para saciarlo, y aún así daba la sensación de sed en el desierto. No importa qué acueductos hubiese mandado levantar para acarrear agua hasta su campamento, alguna aberración de la arquitectura había permitido que ésta se saliese y derramase por las arenas mucho antes de llegar a él".
Hermann Wilhelm Göring
No debió ser fácil ser mujer en los años cuarenta del pasado siglo en un oficio de hombres. A modo de ejemplo, la respuesta de un funcionario a sus requerimientos de información sobre la situación de la Alemania ocupada por los aliados tras la derrota de Hitler:
"'No sé si es una lectura muy interesante para una dama', me dijo amablemente un oficial británico mientras me tendía por encima del escritorio el Informe Mensual de la Comisión de Control para Alemania (Elemento Británico) de abril de 1949. A esta dama en particular le pareció bastante interesante".
El libro es un compendio de narraciones judiciales que incluyen también el linchamiento de un negro en Carolina del Sur, un crimen en Inglaterra y un juicio por espionaje.

domingo, 6 de julio de 2014

Corrupción en la medicina


Sin pelos en la lengua. Antonio Sitges-Serra, jefe del departamento de Cirugía del Hospital del Mar y catedrático de Cirugía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) se ganó el aplauso de los asistentes a la jornada "Para la salud, mejor juntos", organizada por Sociedad Civil Catalana., una plataforma contraria a la independencia de Cataluña. Sin embargo, de lo que menos se habló en esta sesión fue de la unidad de España, pero sí de la situación de una profesión que sufre, y mucho, los estragos de la crisis. Sitges-Serra lamentó la existencia de una sanidad "politizada y mediatizada por los lobbies farmacéuticos".
En este sentido, hizo autocrítica sobre la aceptación de regalos y viajes de lujo que los médicos aceptan de determinados laboratorios, lo que calificó directamente de "corrupción". Tampoco ahorró reproches para los medios de comunicación: "El suicidio mata dos veces más que el sida, pero en televisión aparecen más a menudo informaciones sobre el VIH porque interesa a las farmacéuticas".
El catedrático cuestionó, asimismo, la proliferación de facultades de Medicina y el abuso de las visitas al médico "¿Es legítimo aspirar a tener cien años? ¿A qué precio?", se preguntó Sitges-Serra, quien aseguró que no hace falta someter a los pacientes a tantas radiografías, TAC o resonancias, pues algunas de esas pruebas podrían suplirse con una atención más personal del facultativo. Finalmente, desveló que cada día se genera medio kilo de basura por paciente, lo que supone una grave "degradación medioambiental".