"No se parecía a ningún tipo reconocido de homosexual, pero resultaba femenino. A veces, particularmente cuando estaba de buen humor, recordaba a la madama de un burdel. A última hora de la mañana, se puede ver a sus semejantes asomadas a las puertas de las empinadas calles de Marsella, con la máscara de la afabilidad profesional aún fija en el rostro, aunque estén relajadas y ociosas, con sus gordos gatos restregándose en sus faldones. Ciertamente en él se ha producido una concentración de todo lo que era apetito y elaborados proyectos para saciarlo, y aún así daba la sensación de sed en el desierto. No importa qué acueductos hubiese mandado levantar para acarrear agua hasta su campamento, alguna aberración de la arquitectura había permitido que ésta se saliese y derramase por las arenas mucho antes de llegar a él".
Hermann Wilhelm Göring |
No debió ser fácil ser mujer en los años cuarenta del pasado siglo en un oficio de hombres. A modo de ejemplo, la respuesta de un funcionario a sus requerimientos de información sobre la situación de la Alemania ocupada por los aliados tras la derrota de Hitler:
"'No sé si es una lectura muy interesante para una dama', me dijo amablemente un oficial británico mientras me tendía por encima del escritorio el Informe Mensual de la Comisión de Control para Alemania (Elemento Británico) de abril de 1949. A esta dama en particular le pareció bastante interesante".
El libro es un compendio de narraciones judiciales que incluyen también el linchamiento de un negro en Carolina del Sur, un crimen en Inglaterra y un juicio por espionaje.
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