domingo, 30 de septiembre de 2012

Gaudí, icono nacionalista

"Ni siquiera en la arquitectura europea de la época puede encontrarse nada tan vulgar y pretencioso". Así describe Gerald Brenan el templo de la Sagrada Familia de Barcelona en su libro "El laberinto español" (1943). El inglés atribuye la responsabilidad de esta obra a "una burguesía ultracatólica de nuevos ricos", deseosa de "exhibir su fervoroso nacionalismo y el orgullo por su dinero". Yo nunca hubiera encajado a Brenan en esa categoría de escritores ingleses que contribuyeron a extender la idea de que España huele a ajo. Puede que su amiga, la muy esnob Virginia Woolf, sí lo hiciera cuando le visitó en la Alpujarra granadina. Pero su crítica a la obra de Antonio Gaudí tiene un cierto tufo a prepotencia británica, aquella que se sorprende de que en un país perezozo y gandul, tal como su compatriota Richard Ford describió España en 1846, pueda surgir un arte tan original.
La Sagrada Familia (Wikipedia)
Obviamente, no es obligado hacer una elegía de España -"Viaje por España" de Hans Christian Andersen, resulta casi tan naif como sus cuentos, dado su excesivo entusiasmo- ni tampoco ser fan de Gaudí. El catalán Avelí Artís i Gener ("Tísner"), de cuyo nacimiento se celebra este año el primer centenario, no lo era, pues en su libro "Guía inútil de Barcelona" (1967), escribe: "Que se me perdone la irreverencia, pero en mi vago recuerdo el fenómeno Gaudí se me mezcla con el fenómeno Eixample, con la desorbitada Barcelona producto del rápido crecimiento después de la Exposición Universal de 1888. En mi memoria, Gaudí era uno más en el grupo de aquellos arquitectos truculentos. Y me sabe mal no haberle descubierto la genialidad, que proclamaban todas las revistas de arte del mundo".
Coinciden Brenan y Tísner en el carácter ostentoso de la obra de Gaudí, aunque el inglés profundiza en las causas políticas. Califica a Cataluña como una comunidad "negociante e industriosa" cuyos miembros lamentaban "tener que sudar y trabajar para que vivan diez mil zánganos en las oficinas del gobierno de Madrid" y "aunque su población es sólamente un octavo de la de toda España, ellos pagaban la cuarta parte de los impuestos del Estado y solo un décimo del presupuesto total volvía a sus provincias". La denuncia del pacto fiscal, como se ve, ya fue reproducida por Brenan, quien afirma que esta queja se remonta a 1640. "Cuando estos sentimientos se les subieron a la cabeza a los fabricantes catalanes, mezclados con el clericalismo de las clases acomodadas de las ciudades y con la tradición carlista de las zonas rurales, fue cuando el nacionalismo catalán se convirtió por primera vez en una fuerza poderosa y desintegradora de la política española", dice el autor inglés. Hasta hoy.

PD: A Tísner, el templo de Gaudí le recordaba "los castillos de arena mojada que hacíamos en la playa. Si la dejábamos escurrir entre los dedos se amontonaba como estalagmitas y producía sagradas familias muy aceptables".

martes, 25 de septiembre de 2012

¿Nuevas revistas femeninas?

www.oliviapalermo.com
Si los vericuetos propios de toda traducción no me engañan, el pronombre inglés "it" se aplica a todo aquello que no tiene vida: un mueble, un coche... O a algo neutro. Olivia Palermo tiene el extraño honor de ser la reina de las "it girl", chicas sin oficio pero con mucho beneficio (heredado de sus ricas familias o adquirido tras cinco minutos de fama...) que lucen su languidez por pasarelas, fiestas y demás saraos. Los "fashionistas" adoran estas escuálidas muchachas que exhiben con orgullo esa etiqueta que las cosifica. ¿Y quiénes somos nosotros para criticarlo? Porque, acabemos con la farsa, nos fascina la frivolidad. ¿Qué conclusión se puede extraer, si no, del hecho de que en plena crisis económica, la tirada de revistas como "Woman", "Elle" o "Telva" supere en cada caso los dos millones de ejemplares en España?
En ese olimpo de revistas femeninas irrumpieron hace unos años publicaciones diferentes y supuestamente rompedoras. Se trata de "Cuore", "QMD" e "In touch", de periodicidad semanal, que describen con humor las pifias de esas "it girls" y demás musas de la farándula. Estas revistas, que vendieron conjuntamente más de 25 millones de ejemplares en 2011, ha sido objeto de un estudio que desmitifica su vocación gamberra. La doctora Carmen Herrero Aguado, de la Universidad de Valladolid, experta en transtornos alimentarios, tituló su investigación "Nuevos modelos de revistas para ¿nuevos? perfiles de mujeres: Cuore, QMD, In Touch". Herrero alude al lenguaje desenfadado, humorístico y descarado de estas publicaciones, pero también al tono degradante "utilizado mayoritariamente contra mujeres que no responden a su canon de belleza". "Se censura la delgadez extrema y se anima a la famosa en cuestión a "comer un buen cocido" para remediarlo, pero se ridiculiza el exceso de peso, la celulitis o la flacidez, aunque sean leves". Asimismo "no hay simetría en el tratamiento dado a los varones: son minoría, se selecciona a los muy atractivos y suelen aparecer en sus ámbitos de trabajo". Este interesante estudio puedes encontrarlo en el siguiente enlace:
http://www.tcasevilla.com/archivos/nuevos_modelos_de_revistas,_nuevos_perfiles_de_mujeres.pdf

sábado, 15 de septiembre de 2012

Michelín en una estación de Metro

El único país del que se puede aceptar cierta sofisticación culinaria es Japón. Los amaneramientos franceses y determinados experimentos españoles, por poner un ejemplo, superan el terreno gastronómico para adentrarse en la parafernalia y el timo. Gracias a la segunda edición del festival de cine y gastronomía Film&Cook que se celebrará del 19 al 21 de octubre en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), he sabido de la película "Jiro: Dreams Of Sushi", dirigida por David Gelb, que narra la historia de Jiro Ono, propietario del restaurante "Sukiyabashi Jiro". No se dejen engañar por ese modestísimo local con diez asientos ni por su ubicación, una estación de Metro de Tokyo: Jiro tiene tres estrellas de la prestigiosa Guía Michelín y está considerado como el establecimiento que ofrece el mejor sushi del mundo. Barato no es, pues los precios alcanzan los 30.000 yenes -unos 300 euros-, pero este cocinero octogenario ha convertido su vida en una contínua búsqueda de la perfección. Dejará un listón muy alto. Sus herederos lo tendrán difícil. http://www.filmandcook.com/

domingo, 9 de septiembre de 2012

El desnarigado lord Elgin

El Partenón (wikipedia.org)
Imprescindible para los amantes de la infrahistoria de la arquitectura. Para los mitómanos. Para los aficionados a la arqueología. Para los curiosos. Para quienes desean conocer la trastienda de los grandes monumentos... "La vida secreta de los edificios. Del Partenón a Las Vegas en trece historias", de Edward Hollis (Editorial Siruela) es un apasionante relato entrelazado de las interioridades de trece construcciones que han pasado a la historia por su belleza -la Alhambra, Notre Dame...- o por su fealdad -los Hulme Crescents, el muro de Berlín...-. Muchas de ellas tienen en común haber sido víctimas del expolio, una práctica que tiene hombre propio: Thomas Bruce Elgin, séptimo conde de Elgin.
Cabeza de Afrodita
(cvc.cervantes.es) 
Inglaterra le debe el dudoso mérito de haber arrebatado al Partenón sus principales motivos ornamentales, que hoy se conservan en el Museo Británico. El pérfido conde, aprovechando su condición de embajador en Constantinopla -Grecia permanecía entonces bajo dominio turco- convenció al sultán para que le permitiera llevarse a Londres las esculturas y los frisos que adornaban el gran templo de la Acrópolis y evitar así que los franceses se hicieran con ellos. La excusa oficial fue rescatar esos elementos del deterioro que sufrían. El motivo real, el afán especulador de quien ha sido definido como "pirata" y mercenario. Porque una vez en su poder, lord Elgin acudió a la Cámara de los Lores con la intención de que el Estado le comprara sus mármoles por 62.440 libras esterlinas. "Los lores se rieron en su cara", explica Hollis, y le pagaron la mitad. Pero el peor castigo que sufrió Elgin por sus fechorías arqueológicas no fue económico, pues contrajo una infección en Constantinopla a raíz de la cual, perdió su nariz. Igual que esas estatuas clásicas con las que mercadeó. La maldición del Partenón cayó sobre Elgin.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

La economía considerada como una de las bellas artes

"Las señoritas de Avignon" de Picasso
Beatriz Webb, miembro de la Sociedad Fabiana -movimiento socialista británico- dijo que John Maynard Keynes "no trata los problemas económicos seriamente; juega al ajedrez con ellos en sus horas de ocio. La estética es su único culto serio". Lo cual induce a pensar, atendiendo a la visión multidisciplinar con la que puede ser abordada -política, social, histórica, científica e incluso religiosa...-, que la economía también puede ser considerada también como una de las bellas artes. Vivimos en un momento de gran confusión debido a la grave crisis económica que azota a Europa y castiga especialmente a España. Nos sentimos incapaces de entender muchas cosas y, a menudo, observamos las teorías económicas sobre la recesión como esas pinturas abstractas que no sabemos interpretar, pero nos arrancan una sensación de rechazo o de agrado. Dicho de otra manera, ante ese aluvión de citas, reflexiones o augurios monetarios, abrazamos una doctrina económica por una cuestión de fe o de sentimiento. Y siendo muy reduccionistas, al final elegimos como solución o el keynesianismo, que defiende el gasto público como factor de crecimiento económico y de empleo, o las teorías clásicas que aseguran que el mercado ya es capaz de regularle por sí solo.
Al igual que el arte, la economía registra un movimiento pendular en el que se recuperan estilos clásicos o se vuelven a los modernos, adaptados al contexto histórico correspondiente. Entre una aplicación pura del libre mercado y el intervencionismo absoluto, el abanico de opciones es amplio, como lo ha sido la evolución de la pintura. En su libro "Scandal & Success. Picasso, Dalí y Miró en Estados Unidos" (Editorial Eutelequia), el doctor el Historia del Arte Javier Pérez Segura, explica que los críticos americanos más conservadores aseguraban que el cubismo no aportaba nada nuevo a la pintura pues, en su opinión, era una simple evolución del impresionismo. Que el artista malagueño volviera al realismo durante algunos años fue interpretado por esos mismos detractores como el fracaso de esas corrientes de vanguardia europeas. ¿Está superado Keynes o es el momento económico actual el que impide aplicar sus teorías? ¿Hay que escuchar entonces a Milton Friedman o hace años que el neoliberalismo murió?