viernes, 25 de mayo de 2012

La tentación vive en las bibliotecas

Ocurrió en Charlton (Massachussets). La biblioteca local envió a la policía al domicilio de una niña de cinco años porque llevaba varios meses sin devolver dos libros. Susto mayúsculo para la menor y para su familia. El mismo que tuvo Heidi Dalibor, de 20 años, cuando fue detenida y esposada tras una denuncia de la Biblioteca Pública de Grafton (Wisconsin) por retrasarse también en el retorno de dos libros. En el momento del arresto, la joven leía "El ladrón de libros", de Markus Zusak. Heidi se hizo tan popular que colgó su foto en Facebook.
Conocidos ambos ejemplos, así como la contundente respuesta policial, cabe preguntarse qué castigo se le hubiera aplicado al presidente de los Estados Unidos, George Washington, pues en 1999, una biblioteca de Nueva York descubrió que, 210 años antes, el político había sacado dos libros que nunca devolvió.

martes, 22 de mayo de 2012

Perversión intelectual


Paul Krugman (Wikipedia)
Alain Minc, en su libro «Una historia política de los intelectuales» (Ed. Duomo) afirma que «los periodistas son al intelectual lo que los militantes representan para los partidos políticos, la infantería». En la actualidad, esa ecuación se ha pervertido y son los periodistas quienes hemos asumido, voluntariamente o no, esa labor de influencia, mientras que los intelectuales abrazan la estridencia mediática.
Es imposible saber cuándo se acabará el mundo, pero algunos opinadores se han atrevido a señalar la fecha exacta en que Cataluña será intervenida por el Gobierno español: concretamente en noviembre de este año. Ese fue el augurio que el economista inglés Edward Hugh hizo en un programa de la televisión autonómica, en vísperas de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera confirmara que precisamente es la comunidad catalana la que ha hecho los deberes, mientras que a otras autonomías les queda todavía mucho déficit que recortar. Cuesta creer que en seis meses, el desequilibrio catalán se descontrole tanto que finalmente se confirmen las palabras de Hugh, pero la gran repercusión de las mismas, así como las del Premio Nobel de Economía Paul Krugman —«habrá corralito español»—, demuestran que estos expertos dominan el arte del titular impactante.

Vergüenza de político

Un concejal del Ayuntamiento de Barcelona me confesaba hace unos días la vergüenza que, como político y como persona, sintió el pasado domingo 20 de mayo, ante la manifestación celebrada ante el Arco del Triunfo de Barcelona, para defender los puestos de trabajo de las personas con discapacidad intelectual. "Nos pusieron verdes, pero con razón. Esa es una línea roja que no podemos traspasar", afirmaba este edil. Más de 14.000 personas asistieron a este acto, en el que se advirtió de que cerca de 7.000 discapacitados podrían perder su empleo debido a los recortes del Gobierno español, en cuyos presupuestos se han reducido en un 50% las partidas destinadas a políticas activas de empleo. Resulta intolerable que se pueda dar un paso atrás en las políticas de integración de estos colectivos, en las que Cataluña ha sido pionera.

lunes, 7 de mayo de 2012

"Dile a tus padres que no te enseñen nada más"

En un capítulo del delicioso libro "Matar a un ruiseñor" de Harper Lee -este año se celebra el 50 aniversario de la no menos formidable película de Robert Mulligan-, la pequeña Scout, hija del abogado Atticus Finch, protagoniza una discusión con su profesora, la señorita Caroline, quien el primer día de clase, le recrimina que ya sepa leer. "Pídele a tu padre que no te enseñe nada más. Es mejor empezar a estudiar desde cero. Dile que en adelante seré yo quien se encargue". Jem, el hermano mayor de Scout, consuela a la niña asegurando que la profesora está introduciendo una nueva forma de enseñar basada en la teoría de que "no hay mucho que aprender en los libros".
He recordado este pasaje porque una maestra de una escuela pública de Andorra ha sido despedida por enseñar demasiado a sus alumnos, pues a los 4 y 5 años, ya sabían leer, escribir, sumar o restar. Detrás de esta historia, dicen, hay diferencias personales con la dirección del centro, pero también un grupo de padres indignados que han exigido su readmisión y que, a juzgar por su reacción, estoy convencida de que también estimulaban intelectualmente a sus hijos en casa, tal como hacía Atticus Finch.