La casualidad ha querido que en los últimos días me haya visto involucrada en distintas historias relacionadas con la frontera. De hecho sigo desde hace tiempo la muy recomendable revista digital
http://www.fronterad.com/ que dirige el editor y periodista Alfonso Armada, cuya finalidad es ofrecer historias de calidad que seguramente no serían portada en la prensa convencional, pero resultan imprescindibles para aquellos curiosos e interesados en superar las barreras de la inmediatez. Y sobre la frontera ha tratado un capítulo del programa cultural de la televisión autonómica "Via Llibre"
http://www.tv3.cat/viallibre en el que se entrevistaron, entre otros escritores, a Lolita Bosch, enfrascada en una admirable denuncia de las muertes que genera la violencia en México. Imprescindible en este caso
http://nuestraaparenterendicion.com/index.php que también lucha contra el olvido de esas personas asesinadas o desaparecidas en un país como se sabe fronterizo con Estados Unidos, situación que provoca reiterados casos de explotación de una inmigración que sueña con un mundo mejor.
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Lolita Bosch |
Esperanzas similares tenían aquellos trabajadores andaluces o extremeños que en los años sesenta se trasladaron a Barcelona bajo la falsa promesa de que los perros eran atados con longanizas. Muchos catalanes somos hijos de esa inmigración interior, como el escritor Javier Pérez Andújar, al que desgraciadamente he tardado en descubrir pese a sus diversas colaboraciones periodísticas. Magnífico su libro "Paseos con mi madre" (Tusquets), que habla de las fronteras existentes dentro de la propia capital catalana. Fronteras urbanísticas, de clase, sentimentales, psícológicas... Pérez Andújar (Sant Adrià de Besós) habla de los barrios limítrofes de Barcelona, de Bellvitge, de Ciudad Meridiana, así como de la barrera geográfica y social que representa el río Besós.
Nada que ver, por tanto, un vecino de La Mina con el del Eixample. Difícil determinar dónde acaba el arrabal y dónde empieza el corazón de una gran ciudad. ¿Qué compartimenta más la urbe: el dinero, la cultura, la procedencia...? Por no hablar de la política, que en estos tiempos de convulso independentismo catalán, levanta muros idológicos y geográficos. La frontera, una vez más.
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