Más desconfiados que insolidarios

Cartel en la Casa de Receso de Barcelona

Una sensación agridulce es la que produce el informe "El impacto de las aportaciones de los socios de las ONG en España" elaborado en el marco de la Campaña SOMOS 2013. Se trata de una iniciativa de 35 organizaciones no gubernamentales, impulsada por la Asociación Española de Fundraising con el apoyo de Bain&Company A la espera de que actualizar esos datos, éstos revelan que la crisis económica no ha impedido que el número de donaciones en España hayan aumentado, pero todavía estamos a la cola de los países europeos en este tipo de ayudas a colectivos vulnerables. Así, los socios regulares de las ONG estudiadas crecieron en 2011 y 2012 un 10% hasta alcanzar una cifra de 3,5 millones. Junto a esta cifra hay cuatro millones de donantes que apoyan con aportaciones puntuales, es decir, cuando se produce una crisis humanitaria. Las cuotas de los socios superaron los 450 millones de euros en 2012.
Son cifras esperanzadoras, pero la comparativa con otros países deja mucho que desear. En España, el porcentaje de población que ha hecho donaciones asciende a un 19 por cuento, muy por debajo de Alemania (32%), Italia (43%), Finlandia (45%), Francia (49%), Reino Unido (55%), Suiza (69%), Suecia (69%) y Austria (80%).
Somos un país desconfiado, más que insolidario, pues estoy convencida de que nuestra solidaridad sería mayor si dedicáramos más tiempo a informarnos de los canales que siguen nuestros donativos. Hay muchas formas de ser solidario y en mi caso he apostado por ayudar a una entidad local, Casal dels Infants, con sede en Barcelona y dedicada a atender a los menores en los barrios más desfavorecidos, y a una organización internacional como Cruz Roja. Pero también hay plataformas online que permiten hacer donativos mucho más finalistas, es decir, dirigidos a campañas o acciones más concretas.