Recuerda que, en el siglo XX, el coche fue un medio de locomoción subvencionado "a gran escala" en este país, lo que supuso la decadencia del tren:
"Admito que es muy agradable conducir a lo largo y ancho de un continente y detenerse donde y cuando uno quiere. El encanto de estar 'en la carretera' es embriagador, pero un periplo por todo el país es algo que no se hace cada día. No es el trayecto diario que uno hace para ir a trabajar, ni un estilo de vida, ni siquiera la mejor forma de desplazarse entre un punto y otro".Y añade:
"En España, el nuevo tren de alta velocidad va de Madrid a Barcelona en dos horas y media. Por carretera se tardan por lo menos seis horas. Si el gobierno español hubiera invertido todo ese dinero en construir más autopistas, tampoco se habría conseguido llegar en menos tiempo"Hay que precisar que este libro fue editado en España en 2010. Desconozco la opinión de Byrne respecto a las tensiones territoriales que genera el AVE actualmente o si conoce las deficiencias de la red de Cercanías que usan miles de trabajadores al día en España. Y lamentar que su relato, absolutamente recomendable, no cite a Barcelona como una de las grandes ciudades que ha incorporado oficialmente la bicicleta como medio de transporte urbano mediante el sistema "Bicing".
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