Porque el minimalismo no siempre es sinónimo de elegancia o de buen gusto, revindicamos hoy el interiorismo basado en los vivos colores frente a la frialdad sueca. No es norte contra sur, porque hablamos de los "Omega Workshop", que tiene al artista británico Roger Fry como referente, pero al que se sumaron otros miembros del mítico grupo de Bloomsbury como Vanesssa Bell o Duncan Grant, entre otros. A Fry se le debe la introducción del postimpresionismo en Inglaterra a principios del siglo XX, cuando en este país vivía los últimos coletazos de la época victoriana. De ahí que las obras de autores como Picasso, Van Gogh o Gauguin todavía escandalizaran. La aplicación de esas nuevas tendencias a la decoración de interiores dio lugar a la inauguración del taller de artes decorativas denominado "Omega Workshop" donde el cubismo o el fauvismo inspiraban la creación de muebles, alfombras, murales, etc. Este taller duró poco, apenas seis años, pero su impronta permanece en las casas donde vivieron Viriginia Woolf y sus intelectuales amigos.
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