sábado, 18 de agosto de 2012

La guerra fría de Wikileaks

La Justicia determinará si Julian Assange, el fundador de Wikileaks, es o no un delincuente. Estados Unidos todavía no ha decidido si es culpable de revelación de secretos, mientras que Suecia tampoco ha concluido aún si se le puede acusar de agresión sexual. En cualquier caso, estaríamos hablando de delitos comunes, pero la decisión de Assange, legítima en lo que supone su estrategia de defensa, de pedir asilo a la Embajada de Ecuador en Gran Bretaña, ha provocado un grave conflicto diplomático con aires de guerra fría, pues enfrenta a países tradicionalmente aliados de Estados Unidos con los que se identifican con Rusia. Es decir, capitalismo contra comunismo, aunque bien es cierto que ninguna de esas grandes potencias se ha pronunciado a día de hoy.
Pero son muchos quienes ven en la persecución de Assange una "caza de brujas" donde la libertad de expresión es la principal víctima.
Gran Bretaña considera que la condición de refugiado otorgada a Assange no entra dentro de los supuestos que contempla el Derecho Internacional Humanitario, aunque resulta curioso que estas reflexiones vengan de un país muy dado a la excepción legal. En 1987, a raíz de la muerte de un policía inglés en la Embajada libia, aprobó una ley que suspende la inmunidad diplomática y que podría invocar ahora para entrar en la Embajada ecuatoriana para detener a Assange. En los años setenta, en pleno conflicto con el IRA, también se modificaron las leyes para prolongar la detención por supuestos casos de terrorismo.
Puede que los motivos que han llevado a Ecuador a proteger a Assange sean más políticos que humanitarios -tiene como aliados a países anticapitalistas como Bolivia y Venezuela-, pero hay que valorar que este país ampara actualmente a la mayor población de refugiados de América Latina, un total de 55.000 personas, la mayoría procedente de Colombia, según los datos de ACNUR. Un cifra que iguala al total de refugiados que los 30 países de la UE aceptó el año pasado, 59.465.
Del total de resoluciones dictadas por estos países en materia de asilo, 237.365, se rechazaron 177.900. Al resto se les concedió el estatuto de refugiado -28.995-, protección subsidiaria -21.400- y asilo por razones humanitarias -9.070-. Es decir, que nuestros gobiernos no somos muy dados al asilo, según el informe "La situación de las personas refugiadas en España 2012 que publica la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). http://cear.es/files/up2012/Informe%202012.pdf Sin embargo, la Comisión Europea publicó recientemente un estudio según el cual, ocho de cada diez europeos creen que los países de la UE deberían ofrecer protección y asilo a las personas que lo necesiten y que las normas de admisión de los solicitantes deberían ser las mismas en toda la zona. En España, de las 3.395 casos tramitados, se aceptaron 990, mientras que en Alemania -el país con más demanda-, de los 40.295, se concedieron 9.675. Algo más generosos son Holanda -de 15.790, se acogieron a 6.830-, Finlandia -de 2.595 se aceptaron 1.065- o Noruega -de 9.545 se dio el "sí" a 4.015-. En Gran Bretaña, de las 22.835 peticiones tramitadas, se aceptaron 7.190.
La mayoría de solicitantes de asilo en la UE procede de Afganistán, un total de 26.159 en 2011, cifra que casi dobla a las de 2010, con 19.442. Le sigue Serbia (19.072), Federación Rusa (15.045) y Pakistán (14.386).

1 comentario:

  1. Bueno bueno, muy interesantes los datos -estoy siguiendo de cerca el conflicto con Assange y entiendo que han convocado una reunión extraordinaria en la OEA para revisar el caso. Entiendo que Gran Bretaña está tratando de citar una ley que les permite entrar en sedes diplomáticas cuando hay terrorismo de por medio -que de anteojito no me parece el caso de Assange. Habrá que ver que dice luego la Historia.

    Saludos!

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