domingo, 3 de junio de 2012

La vasconización de Cataluña


Tres eran tres los hijos de una generación anodina de políticos que se confabularon para gobernar Cataluña sin haber ganado nunca unas elecciones autonómicas. Uno era el infravalorado profeta de la gestión municipal; otro buscaba una segunda oportunidad tras el fiasco de combinar política y mesianismo, y el tercero comulgaba con un idealismo que no era de este mundo. Es decir, que José Montilla  (PSC), Josep Lluís Carod-Rovira (ERC) y Joan Saura (ICV) formaban una santísima trinidad incomprendida. Este tripartito pasó por el escenario político con más pena que gloria y tras haber dejado las arcas públicas en números rojos y traspasar las líneas del mismo color que marcaba el Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto, en 2010 no pudieron repetir la experiencia.
Montilla y Saura expían hoy sus excesos soberanistas en la inútil Cámara territorial que es el Senado, mientras que Carod se retiró de la política, pero en su último «bolo televisivo» ha demostrado que sigue empeñado en vasconizar Cataluña.

Y no me refiero a hacer proselitismo de un concierto económico a la catalana, que también —es justo reconocer que Carod avisó hace años de que era preferible una mejora definitiva de la financiación que reformar el Estatuto—, sino a la defensa que hizo del ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, cuya permanencia en la cárcel, dijo, es «un error gravísimo, una venganza». Recordemos que Carod intentó salvar a Cataluña del terror del ETA con un encuentro con la cúpula terrorista en Perpiñán que desveló ABC y que le costó el cargo como vicepresidente del gobierno de Pasqual Maragall.
Montilla también ha experimentado un retorno televisivo, en su caso para acusar al presidente Artur Masde hacer política de confrontación con su propuesta de pacto fiscal. Curiosa la vuelta de Montilla al socialismo menos catalán y más obrero que abandonó cuando precedió a Mas, pues todavía permanece en la retina popular su imagen de manifestante pro Estatuto, rodeado de banderas independentistas y alineado con la insumisión a la sentencia del TC. ¡Qué ufano se veía en aquellos años al consejero de Economía, Antoni Castells, asegurando que la financiación pactada con el Gobierno del PSOE superaba incluso el texto estatutario!
Quien todavía no ha vuelto al ruedo mediático es Joan Saura, que también vasconizó a su manera Cataluña con su tolerancia ante la «kale borroka» local. El antisistema tendría muchas cosas que decir ahora que la actuación de los Mossos d’Esquadra que él dirigió está en el punto de mira del Gobierno de Estados Unidos y de Amnistía Internacional. Sin olvidar que ICV, al igual que ERC, apoya el pacto fiscal de CiU. Pero esa es la historia de otro tripartito.

(Artículo que publiqué en ABC el 28 de mayo)

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