Alguien dijo que «a los hombres les gustan las mujeres modernas, pero no que las suyan lo sean». La frase encaja más con una revista del corazón que con una columna política, pero desde que la simpar Carmen Lomana se dedica a valorar en Twitter la oratoria de su tocaya Carmen Chacón, los límites entre ambos terrenos se han difuminado. Igualmente diluidas están las fronteras entre PSC y PSOE, algo que en momentos de efervescencia catalanista funcionó, pero ahora sólo sirve para acusar las grandes contradicciones de una formación que no da pie con bola.
Carme Chacón (Socialistes.cat) |
Casi más elocuente que las palabras de Maragall ha sido el silencio, disfrazado de neutralidad, del PSC en el proceso congresual socialista finalizado ayer. Pero hay silencios políticos que, al igual que los administrativos, tienen efectos y ha quedado suficientemente claro que nadie apostaba por Chacón en la dirección del PSC. Que el primer secretario de esta formación, Pere Navarro,lamente ahora que Rubalcaba no integre en su nueva ejecutiva al sector que apoyó a Chacón resulta algo cínico. También lo es desmarcarse cuando conviene del PSOE para luego rechazar que el PSC tenga grupo propio en el Congreso.
"PSC le gustan las mujeres con ambición política, pero no cohabitar con ellas" Sí, me suena a la misma doble moral que tiene la derechona con el cristianismo: le gusta sacar pecho de el los domingos en misa - y en época electoral -, para luego dejarlo a un lado (a la hora de firmar contratos "poco piadosos", hacerle cuernos a la pareja, darle por el culo al amante, etc.).
ResponderEliminarSi es que...