sábado, 22 de febrero de 2014

Comer en silencio

Restaurante Eat Greenpoint (FOTO: Eat)
¿Que es para ti el silencio? Un programa de la televisión catalana formulaba esa pregunta a sus entrevistados años atrás. Para mí es zambullirrme en el mar y disfrutar de esos segundos de calma. En la superficie, cada vez es más difícil encontrar un lugar donde abstraerse del mundanal ruido. Pero he leído en el diario El País un artículo sobre un restaurante ecológico de Nueva York que ofrece cenas en silencio. Prohibido hablar. O parlotear. Y mucho menos gritar. Despedidas de soltero, escandalosos o ruidosos, abstenerse. El local, donde los móviles están vetados -¿los niños también?- se llama Eat Greenpoint y está situado en Brooklyn. Durante una hora no se puede mediar palabra, ni entre los clientes ni entre los camareros. Se inspira en el budismo. Me pregunto qué tipo de clientela acude a este restaurante de moda y enseguida me vienen a la mente esas parejas que, tras largos años de convivencia, ya no tienen nada que decirse. Eat es un plan perfecto para ocultar la falta de comunicación.
Pero no estropeemos la esencia espiritual de este establecimiento. Porque, en verdad, solo nos damos cuenta de lo muy expuestos que estamos a la contaminación acústica en las grandes ciudades cuando salimos de ellas. En este restaurante, a los neoyorkinos no les hace falta recorrer muchos kilómetros para encontrar un momento de paz. Los latinos tenemos fama de ser muy ruidosos. ¿Superaríamos la prueba?

1 comentario:

  1. Bueno, he escuchado decir que de todo se ve en Nueva York. A mí me encantaría hacer el experimento, pero no con mi pareja; creo que acabaría deprimida, sentados los dos sin hablar. Sería un lugar bueno para ir a sentarse a escribir... eso si el sonido del teclado está permitido. ¿Me imagino que no tendrán Wi-Fi?

    La pregunta sobre permitir niños es muy válida. Creo que ya he escuchado que hay vuelos sin niños en alguna parte en Asia.

    Como siempre, muy interesante, fuera de las mismas noticias que uno se harta de oír.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar