lunes, 12 de septiembre de 2016
La muerte y sus "nichos de mercado"
Este verano volví a dar rienda suelta a mi extraña afición por los cementerios. ¿Morbosidad? Es posible, aunque en realidad creo que se debe más a una especie de mitomanía. Me gusta ver la última morada de personajes famosos --Père-Lechaise, en París, me parece apasionante-- y también las excentricidades del arte funerario.
Este verano, como digo, visité un cementerio muy victoriano al norte de Londres, Highgate, y de nuevo aluciné: esculturas angelicales, lápidas rococó, epitafios sublimes... La escenografía postmortem puede ser también muy irreverente. Depende del (mal)gusto del finado, si es que dio instrucciones sobre su funeral, o de su familia. Pero hay un denominador común: todos esos conjuntos mortuorios cuestan mucho dinero.
Esa es la base de un libro muy divertido, polémico y todavía vigente. "Muerte a la americana. El negocio de la pompa fúnebre en Estados Unidos", escrito por Jessica Mitford. La autora analiza el dinero que mueve este sector, muy a menudo a costa de familias inmersas en el dolor y la desorientación que implica la muerte de un ser querido. Aunque el alarde económico también está presente en esa industria funeraria, muy pendiente de sus "nichos de mercado", genial expresión que la escritora --efectivamente, la más roja de las hermanas Mitford-- extrae de un congreso funerario donde fue ponente y que sirve tanto de arranque del libro como de denuncia de esos abusos.
Una amigo de la familia Mitford, Evelyn Waugh, también escribió sobre el negocio mortuorio en su novela, igualmente satírica, "Los seres queridos".
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