Hace tiempo que estos cuatro periodistas dieron el salto al soporte digital. Pero lo que les une de verdad es su visión no oficial de lo que ocurre en Cataluña. Este denominador común no debería ser noticia, pero lo es. No es fácil salirse del discurso único soberanista que impregna la mayoría de medios de comunicación catalanes. Círculo Ecuestre acogió el pasado jueves, festividad de Sant Jordi, el coloquio "Los otros periodistas: crónica no oficialista de la Cataluña actual" organizado por el Centro Libre de Arte y Cultura (CLAC). Presentó y moderó el debate el autor y productor Pau Guix.
El director de Crónica Global, Alejandro Izquierdo, denunció la "estrategia premeditada" de inocular el nacionalismo en el periodismo, como demuestra un documento elaborado durante el Gobierno de Jordi Pujol "propio de épocas oscuras", según Izquierdo, en el que se hablaba de "preparar a periodistas para que transmitan la conciencia nacional catalana". Hasta hoy.
Por su parte, el articulista Nacho Martín Blanco comparó el proceso independentista a otros movimientos populistas al alza en Europa. "El secesionismo es pura magia", dijo este tertuliano "extravagante", como una vez le tildó un compañero de debate.
El también articulista Manel Manchón, colaborador de Economía Digital entre otros medios, habló de una generación de periodistas muy activos que, al igual que ocurrió durante la Transición española, "creen que tienen una misión, que tienen que apostar por algo", en ese caso por la transición nacional catalana. Asimismo, destacó la importancia del caso Banca Catalana, cuando por primera vez triunfó la idea de que CiU es Cataluña y que atacar el soberanismo es atacar a los catalanes.
Pablo Planas, colaborador de varios medios digitales y coautor del libro "La familia Pujol Corporation", denunció la "impunidad retórica del nacionalismo que provoca ruptura social" y la capacidad del discurso oficial de transmitir la sensación "de que se está en un conflicto permanente". Finalmente, el escritor Sergio Fildalgo, autor de "Me gusta Catalunya, me gusta España" -en la que he tenido la suerte de participar- auguró la muerte del nacionalismo porque "con la aparición de Podemos y Ciudadanos, ningún Gobierno español necesita de CiU. Por eso el partido de Artur Mas se apunta al independentismo y si sale mal, pues adiós".
domingo, 26 de abril de 2015
lunes, 20 de abril de 2015
"León come gamba": porque la fama cuesta
Acabemos con la farsa: nos encanta la humillación ajena. La expulsión de un joven concursante del programa “Masterchef” que quiso deleitar al jurado con un plato naif titulado “León come gamba”, ha convulsionado las redes sociales. “Crueldad” fue una de las palabras más utilizadas. Pero la crueldad fascina y ahí está el secreto del éxito de una serie como “Fama”, donde la profesora de baile advertía que “la fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor”. Corría el año 1982. Pero tres décadas después, Hollywood oscarizaba a uno de los protagonistas de la película “Whiplash”, el veterano actor J. K. Simmons, que da vida a un sádico profesor de música que tortura a sus alumnos hasta límites insospechados. La película es estupenda, tiene un ritmo trepidante, corta la respiración...Y cuenta una historia de vejaciones.
Gracias sus intervenciones denigratorias se hizo famoso un publicista metido a jurado del concurso “Operación Triunfo”. Risto Mejide, gran entrevistador por cierto, supo encontrar un "rol" que atrae y repele al mismo tiempo al espectador. Sus hirientes intervenciones garantizaban el morbo inconfesable y también la cuota de "share".
Igualmente bochornosos son los insultos que se intercambian los colaboradores de programas como "Sálvame", que han convertido el trato degradante en un género televisivo, con permiso de "Tómbola", pionero en estas lides.Y no nos engañemos: el principal interés de "Supervivientes" es ver a la pijísima Carmen Lomana pasar hambre sin maquillaje, mientras intenta superar pruebas infames.
Gracias sus intervenciones denigratorias se hizo famoso un publicista metido a jurado del concurso “Operación Triunfo”. Risto Mejide, gran entrevistador por cierto, supo encontrar un "rol" que atrae y repele al mismo tiempo al espectador. Sus hirientes intervenciones garantizaban el morbo inconfesable y también la cuota de "share".
Igualmente bochornosos son los insultos que se intercambian los colaboradores de programas como "Sálvame", que han convertido el trato degradante en un género televisivo, con permiso de "Tómbola", pionero en estas lides.Y no nos engañemos: el principal interés de "Supervivientes" es ver a la pijísima Carmen Lomana pasar hambre sin maquillaje, mientras intenta superar pruebas infames.
lunes, 13 de abril de 2015
"Que no nos hagan perder el tiempo"
"Que no nos hagan perder el tiempo"
"Los obstáculos son grandes, pero las ventajas, enormes. La reforma horaria, consistente en comer a las 13 y cenar a las 20 horas, puede parecer una utopía en un país que aplica desde hace décadas el huso horario y la jornada laboral partida heredados del régimen franquista. Pero predisposición, hay. Un reciente estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Barcelona y el Ayuntamiento revela que el 39% de las empresas catalanas ya ha incorporado el horario laboral europeo, siendo el sector industrial el que más lo implanta. La mitad de las empresas que aún no se ha adaptado a este horario asegura que lo haría si se produjeran ciertos cambios en la sociedad que afectarían a los medios de comunicación, el sector público o la educación. En todos los sectores económicos, la medida más extendida en materia de conciliación es la flexibilidad horaria, el teletrabajo y la reducción de jornada. Aunque suele ser el ciudadano el principal motor de las grandes decisiones de país, la implicación de nuestros gobernantes es importante. Pero, hasta ahora, el interés político ha sido tímido y contradictorio. Así, tenemos un funcionariado donde predomina la jornada intensiva, mientras que la ciudadanía, sujeta en su mayoría a otros horarios laborales, hace equilibrios con su tiempo cuando tiene que acudir a los servicios públicos. El Parlamento catalán, por ejemplo, creó una comisión de trabajo para abordar la reforma horaria, pero las grandes sesiones de esta legislatura se han celebrado los viernes por la tarde -ley de consultas populares, comparecencia del expresidente Jordi Pujol…-.
Por contra, el Gobierno catalán ha sido muy activo en la limitación de los horarios comerciales en días festivos para proteger al pequeño empresario. Una iniciativa muy loable, pero que soslaya el hecho de que, con la jornada laboral actual, el ciudadano se ve obligado a realizar el grueso de sus compras en fin de semana. Asimismo, resulta curioso que, en este ciclo de recorte sanitario, no se tengan en cuenta los beneficios que, para la salud mental y física, implica esa reforma horaria. La ecuación parece sencilla: a mayor disfrute del tiempo libre, menos estrés y menos gasto público en sanidad. Leer, dormir, hacer deporte… Eso también forma parte del Estado del bienestar.
Como dice Fabian Mohedano, promotor de la Iniciativa para la Reforma Horaria en Cataluña, es un mito que trasnochar y dormir poco forme parte de la cultura mediterránea. “En Italia, Portugal o Grecia se cena a las 19 horas y los jóvenes salen luego a la calle y disfrutan. El drama es que aquí van a las discotecas directamente a las 3 de la madrugada y bebidos, no consumen y no hay ganancias en los locales”.Es evidente, por tanto, que la reforma horaria va a necesitar de un “apagón”, pues son muchos los frentes sociales que se deben abordar. Y, sobre todo, que si nuestros gobiernos están realmente interesados, prediquen con el ejemplo -no se puede anunciar un adelanto electoral a las 20.30 horas, como hizo el presidente catalán Artur Mas-. Que no nos hagan perder el tiempo".
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