Protesta de inmigrantes. (Foto: Thomas Hawk) |
"Europa no puede acoger a todo el mundo. Pero debe tratar a las personas que intentan llegar con la dignidad que merecen. La construcción de muros y alambradas no ha dado nunca resultados positivos en la historia. Tampoco abandonar a su suerte a quienes están en peligro de naufragio y muerte a pocas millas de tierra europea. Y mucho menos, claro está, disparar contra extranjeros. La convivencia en el interior de Europa se deteriora a causa de una crisis que provoca populismos que tienen en común la xenofobia. Aumenta la hostilidad al forastero interno y externo. El humanismo fundacional de Europa está en horas bajas".Los populismos se traducen en Francia en un aumento de la extrema derecha y, en nuestro país, en la aparición de una vergonzosa ONG que reparte comida en Valencia solo a las personas indigentes con nacionalidad española. Suiza ha aprobado en referéndum limitar la entrada de extranjeros, mientras que Alemania ha decidido expulsar a los inmigrantes que no logren empleo antes de seis meses para evitar el llamado "turismo social", ínfame expresión en la que se mezcla de forma obscena ocio y precariedad.
Solo advertir que ese populismo al alza se basa en leyendas urbanas como la que asegura que lla administración da más facilidades a los foráneos para abrir comercios o que éstos tienen trato de favor en los servicios públicos sanitarios o educativos. Caer en el discurso xenófobo es fácil y, por los visto, rentable electoralmente. Atención al "racismo invisible" que denuncia el Informe anual SOS Racisme según el cual, el 51% de los casos que llegaron al Servicio de Atención de Denuncias (SAiD) de esta ONG catalana no se denunciaron.
Pasa en todas partes, justamente ahora Al Jazeera tiene un documental al respecto, se llama "Citizen or Stranger". Muy completo, revisa una familia extendida de Etiopía cuyos miembros terminan desperdigados por varios países europeos.
ResponderEliminarUn abrazo.