viernes, 23 de marzo de 2012

Los otros detectives salvajes

Leer a Manuel Chaves Nogales siempre es un placer, pero "La defensa de Madrid" (Editorial Espuela de Plata), además de confirmar el talento de este escritor y periodista, me ha permitido descubrir un aspecto para mí poco conocido que es la labor de investigación que realizan los editores. A menudo pasamos por alto esas páginas tituladas "Nota a la edición", pero en este caso la recomiendo. Está escrita por la editora María Isabel Cintas, quien narra las peripecias vividas para reunir las 16 entregas del reportaje de Chaves Nogales que da título al libro. Su búsqueda, que la propia Cintas confiesa casi obsesiva, me ha recordado la novela de Roberto Bolaño "Los detectives salvajes" (Anagrama), en la que Arturo Belano y Ulises Lima buscan durante veinte años a Cesárea Tinajero, una escritora desaparecida en México. Las pesquisas internacionales de Cintas la llevaron precisamente a este país, donde el periodista publicó sus artículos en la revista "Sucesos para todos" entre el 5 de agosto y el 22 de noviembre de 1938. Y quién sabe si su búsqueda durará tanto tiempo, porque hay una entrega, la del 4 de octubre de ese año, que la editora no ha podido encontrar, pero sí la versión inglesa -no muy buena, dice ella-, pues Chaves Nogales también publicó la serie en el "Evening Standard", lo que ha permitido incluirla en el libro. Espero que, si finalmente consigue el ejemplar, María Isabel Cintas nos lo haga saber en una futura reedición de "La defensa de Madrid".


jueves, 22 de marzo de 2012

Pasividad española ante la tala ilegal

La Agencia Espacial Europea ha logrado captar imágenes de bosques en 3D desde sus satélites, según he podido leer en http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/21/ciencia/1332331032.html Esa masa verde que se aprecia corresponde a una zona al sur de Alemania, uno de los países de la Unión Europea mejor situados en la lucha contra la tala y el comercio ilegal de madera. Por contra, España se encuentra entre los peor situados, sólo por encima de Grecia y Finlandia. Pero no todo son malas noticias: la asociación ecologista WWF/España reconoce mejoras en algunas cifras, como el aumento de la superficie forestal y la reducción media anual de superficie quemada. Propone 10 acciones para mejorar.
1. Más bosques es más diversidad.
WWF/Sergio Tomey: Hayedo de Ordesa
2. Más colaboración ciudadana para frenar los incendios.
3. Más gestión forestal para hacer los montes más fuertes en la economía.
4. Más coordinación entre comunidades autónomas y convergencia hacia una estrategia de Estado.
5. Más cooperación internacional en países tropicales.
6. Más restauración forestal y en zonas prioritarias.
7. Más producto forestal porque es más producto natural.
8. Más medio forestal porque es más empleo rural.
9. Más compromiso español con los reglamentos de la UE en materia de lucha contra las talas ilegales.
10. Más ciudades por los bosques y empresas comprometidas con el FSC (Forest Stewardship Council).

Yo añadiría "Menos obsesión por las segundas residencias". Porque, como asegura mi amigo y compañero Àlex Gubern, no hay nada más insostenible que querer vivir en el campo. Lo escribe en un provocativo artículo titulado "¿Hay algo más verde que el asfalto?" que se puede leer en http://www.abc.es/20120310/local-cataluna/abci-alex-201203101234.html

martes, 20 de marzo de 2012

El mundo se acaba en 2014



Un astrofísico de la Universidad de Cambridge sitúa el fin del mundo en 2014, año en el que una nube de polvo cósmico destruirá la tierra y todo el sistema solar. Ya es mala pata que esta sea la fecha escogida por la Asamblea Nacional Catalana para celebrar un referendo sobre la independencia. De ser cierta la profecía de este científico, la teoría nacionalista basada en el enemigo exterior alcanzaría el paroxismo, pues sería el universo entero el encargado de acabar con toda aspiración soberanista. Por otro lado era fácil suponer que, trescientos años después del decreto de Nueva Planta, que abolió las instituciones catalanas, los planetas se alinearían para destruir de nuevo cualquier tipo de ansia separatista, tal como han hecho —según denuncian dirigentes convergentes con cierta virulencia precongresual— los sucesivos gobiernos españoles.

El mundo no se acabará en 2014, pero esa fecha se ha convertido en una especie de «finisterre» independentista más allá del cual se abre un abismo por el que se precipitará toda esperanza soberanista. Otra cosa es que el barco capitaneado por el presidente Artur Mas quiera concluir esa travesía, pues previamente hay escala en ese proyecto llamado pacto fiscal. Aseguran que, de fracasar la negociación sobre la independencia financiera, CiU recurriría al adelanto electoral. ¿Fin de trayecto o recarga de combustible para justificar la separación de España? Yo creo que eso ni lo saben los nacionalistas, por mucho que hayan impulsado una ley de consultas populares a la medida de ese pacto fiscal. Cabe la posibilidad, avalada por la experiencia del Estatuto, de que la participación en esa consulta sea mínima —en el referendo estatutario sólo participó el 48% de la población catalana y el 74% votó a favor—, aunque la norma haya introducido elementos para ampliar la base electoral —se basa en el padrón, pueden votar ciudadanos de la UE, de Islandia, Suiza o Liechetenstein...—. La ley dice que no habrá campaña electoral. Ni falta que hace, pues ésta empezó el día después de que Mas ganara las elecciones autonómicas y cada día añade nuevos elementos reivindicativos: insumisión lingüística, amenaza de cierre de cajas, negativa municipal —bendecida por el Govern— a izar la bandera española... Por cierto, es curioso que algunos nacionalistas critiquen a la delegada del Gobierno, Llanos de Luna, por hacer cumplir la ley de banderas mientras el consejero de Interior, Felip Puig, persigue la quema de aquéllas.


(Artículo que publiqué en ABC el 19 de marzo)

martes, 13 de marzo de 2012

"Gran hermano" era George Orwell

Sin menospreciar su demostrada lucha contra los regímenes totalitarios, resulta que el escritor inglés George Orwell, famoso entre otras obras por "1984", un angustioso relato sobre una sociedad hipercontrolada por un Gran Hermano que fomenta la delación, acabó sus días elaborando un listado de supuestos simpatizantes del comunismo que llegó a manos del Ministerio de Asuntos Exteriores británico. Así que, tal como exclama el historiador y periodista Timothy Garton Ash -para mí, una de las personas más hábiles en el arte de elevar la anécdota a categoría-, "¡Gran Hermano era el propio George Orwell". Ahora que leo el magnífico libro de Rebecca West "El significado de la traición" (Reino de Redonda), pienso que las contradicciones internas de Orwell son el preludio de los sentimientos ambivalentes que la Guerra Fría generó en la sociedad británica, temerosa del avance del totalistarismo comunista, pero fascinada ante personajes como Guy Burgess, Donald Maclean o Kim Philby, supuestos espías al servicio de Gobierno soviético, cuyas vidas han dado lugar a profusión de libros, series de televisión y películas (la recién estrenada "El topo", interpretada por el actor Gary Oldman, alude sucintamente a estos personajes). Explica West los equilibrios del gobierno inglés por mantener a raya a estos supuestos traidores sin caer en el macarthismo americano, así como la capacidad de estos espías de escalar en la diplomacia a pesar sus contactos soviéticos y sus legendarias juergas privadas.

(Por cierto, la recopilación de artículos de Garton Ash que recoge el libro "Los hechos son subversivos. Ideas y personajes para una década sin nombre" está incluida en la colección Tiempo de Memoria de la editorial Tusquets, cuya selección es, a mi juicio, excelente).

sábado, 10 de marzo de 2012

Ejercer la ciudadanía europea

European.ue
Ser ciudadano europeo implica, no sólo un sentimiento de admiración por una cultura, una historia y unas costumbres comunes, sino el derecho a ejercer públicamente esa condición. Según un informe de la Comisión Europea, actualmente hay cerca de ocho millones de personas en edad de votar que residen en un país de la UE que no es el suyo, pero sólo un 10% ejerce ese derecho. Al parecer, los países aplican correctamente las normas que permiten a todos los ciudadanos de la UE votar en las elecciones locales o europeas, pero todavía hay obstáculos, los procedimientos son complicados y, en ocasiones, el votante está poco informado. Esta situación convierte a esas personas en nómadas europeos, pues se les priva de la posibilidad de participar en la toma de decisiones de la ciudad en la que residen. Aunque no toda la culpa hay que echársela a los gobiernos: a menudo es el propio ciudadano el que dimite del activismo electoral, sea por desafección política, sea porque siente que su estancia en determinado país es provisional.
Como indica el informe, hay ocho millones de personas con derecho a voto en la UE que no viven en su país de origen, pero la cifra total de europeos que residen en países de la Unión donde no han nacido ascendía en 2010 a 12,3 millones. De los 45 millones de habitantes de España, 5,6 millones son extranjeros y de éstos, 2,3 millones proceden de otros países de la UE, lo que supone un 5,1% de la población, una cifra inferior a la de Luxemburgo (37,1%), Chipre (10,4%) o Irlanda (6,9%).
Esta estadística se puede encontrar en:
http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?refeEjercerence=STAT/11/105&type=HTML

martes, 6 de marzo de 2012

Añoramos la Barcelona canalla

La Criolla
Salvando las distancias, quienes defendemos el proyecto Eurovegas echamos de menos una Barcelona canalla que no conocimos y aunque el macrocomplejo que promueve el magnate Sheldon Adelson no implica cambiar un modelo de ciudad, sí que ha puesto de manifiesto la pérdida de personalidad de una urbe portuaria y arrabalera. Aquella de las salas de fiestas más o menos libertinas (Edén Concert, La Criolla...), de los cabarets del Paralelo y sus transformistas (Apolo, El Molino...), de las tabernas (Los Cuernos...), de los restaurantes que permanecían abiertos toda la noche (La Puñalada, el Lion d'Or...), de las tertulias que se prolongaban hasta horas intempestivas (Els Quatre Gats, el restaurante Carbó...), de los cafés multitudinarios (Café Español), de la Sexta Flota americana y de los prostíbulos. Se ha prohibido y regulado demasiado, excepto en algo que precisamente ahora es utilizado por los principales detractores de Eurovegas: la prostitución. Ninguna administración se ha atrevido a abordar este asunto en su globalidad y las últimas noticias que se tienen apuntan a un parche normativo consistente en multar a quien mercadee con su cuerpo en la calle. En aquella Barcelona de los burdeles había marginalidad, sí, pero controlada. Incluso se instalaron tiendas de gomas y clínicas de vías urinarias (La Mundial) junto a esos establecimientos. La solución más fácil siempre es la prohibición y así ha sido en materia de horarios laborales o el tabaco. Ahora nos encontramos con una Barcelona eminentemente turística en la que un visitante puede caer en la depresión si pasea por el centro de la ciudad un domingo cualquiera.